Archive | septiembre 2012

Se avecina tormenta…

La libertad guiando al pueblo

Todos sabemos que la situación mundial actual está muy pero que muy mal. La mayor crisis del capitalismo que se recuerda desde la gran depresión asola el mundo desde hace unos años, algunos países la han sufrido con más severidad, otros están saliendo de ella bastante bien parados y algunos aún nos estamos preguntando qué demonios hacer para aparentar que no es para tanto.

Estoy totalmente seguro de que esta crisis se superará, como se han superado las anteriores, pero algo habrá cambiado para siempre. Esta crisis sentará un precedente, nos ha hecho ver la miseria humana y lo repugnantes que podemos llegar a ser los seres humanos (desahucios a familias sin recursos, rescates que mas que rescates son contratos de servidumbre que se firman prácticamente obligados, una falta de solidaridad tremendamente preocupante) desde un nuevo punto de vista. En un mundo tan conectado entre sí como el actual no puedes esconderte de estas cosas, siempre resuenan y te explotan en la cara (no sabría decir si esta característica de la globalización es positiva o negativa). Estas imágenes, estos momentos, estas sensaciones quedarán grabadas en la memoria colectiva de la población, y será esto y no sus crisis lo que herirá al capitalismo de muerte…

El capitalismo ha muerto… de éxito

El capitalismo se ha condenado a sí mismo, pero si analizamos su base teórica vemos que siempre tuvo sus días contados (a toro pasado es bastante más fácil de ver). Al basar la libertad de los individuos en el concepto de «propiedad», introducía desde sus comienzos la desigualdad (cuanto más posees mas libre eres, preguntárselo a Urdangarín), desigualdad que se ha ido haciendo más y más grande y evidente según el capitalismo triunfaba más y más.

Es de sentido común, para que un sector de la población viva de forma holgada, otro sector tiene que vivir mal y supeditados a los primeros, estos dos sectores tienen una relación exponencial, y la parte privilegiada se ha ido haciendo cada vez mas pequeña, mientras que la desfavorecida ha multiplicado su tamaño. Esta situación se terminará volviendo insostenible y llegaremos a lo que yo llamo punto de inflexión (en la historia «reciente» de Europa ya han tenido lugar dos).

Si nos echamos la vista atrás veremos que el paradigma socio-político europeo (hablo de Europa porque hasta la segunda mitad del siglo XX era el ombligo del mundo, no porque sea «eurocentrista«) ha cambiado dos veces a gran escala desde la Edad Media. Pasamos de la poliarquía que se asentaba en el medievo al absolutismo propio de la Europa de la Edad Moderna tras la «revolución» social e intelectual que supuso el Renacimiento (ya de paso asentamos el concepto Estado tal y como lo entendemos ahora) a través de un proceso de centralización del poder que culminó con las monarquías absolutas. Esta situación llegó a su fin con el segundo punto de inflexión que se produjo, las revoluciones (estas mas violentas) del siglo XVIII (Americana, Inglesa y Francesa) que sentaron las bases de la sociedad en la que vivimos hoy.

Bien, han pasado más de 300 años desde estas revoluciones, y el modelo en el nos encontramos empieza a dar muestras de agotamiento evidentes. Si atendemos a la teoría de la circulación de las elites de Pareto (tomándonos ciertas licencias), los que resultaron «beneficiados» (llámenoslos los «ganadores» de la última gran revolución) nos han ido llevando poco a poco a un punto de no retorno. Nuestra revolucion ya ha empezado, los movimientos ciudadanos como el 15-M o «Occupy Wall Street»son el germen de esta revolución, que no se como se desarrollará ni donde nos llevará (no me atrevo a aventurar nada), solo espero que no lo haga a través de la violencia, la Bastilla ya se tomó, ahora hay que luchar con otras armas.

La violencia no es la respuesta, solo es una herramienta, puede ayudar a conseguir el poder, pero no legitima el poder de ninguna manera…

Sólo puedo decir, que se avecina tormenta…